lunes, 23 de julio de 2012

El diablo quiere convertirte en criminal




Tuvimos hambre, hambre de la nada.
Leopoldo María Panero


El diablo es ciego y tiene grandes dientes,
te obliga a mendigar o a regentar burdeles y cárceles,
a crear jaulas para los pájaros,
a construir torres de marfil, inexpugnables,
desoladas como fauces bañadas con la sangre de los mártires.
El diablo es su propia pesadilla.
(...)


jueves, 19 de julio de 2012

30 de enero-22 de febrero de 1854. Omsk.



"(...) Vivíamos amontonados, todos juntos en una sola barraca. Imagínate un antiguo y vetusto edificio de madera, que hacía mucho que debía haber sido derruido y que no podía seguir sirviendo por más tiempo. En verano hacía un calor sofocante y en invierno un frío insoportable. Todos los suelos estaban podridos y tenían una capa de suciedad de unos cuatro centímetros, en los que uno podía resbalar y caer. Las pequeñas ventanas se cubrían de escarcha, de manera que era casi imposible leer durante el día. Sobre los vidrios había como un centímetro de hielo. El techo goteaba, todo era una pura corriente de aire. Vivíamos como sardinas en un barril. Cuando encendían la estufa con seis troncos, no se sentía ningún calor (en la habitación el hielo apenas se derretía), pero el humo era insoportable: ahí tienes cómo era el invierno. Los presos lavaban su ropa en la barraca y salpicaban de agua toda la pequeña habitación. No había espacio para moverse. Desde que caía la noche hasta el alba no era posible salir para hacer tus necesidades, porque cerraban las barracas; colocaban en la puerta una tinaja pero eso hacía que el hedor fuera insufrible. Todos los presos apestaban como cerdos y decían que era imposible dejar de hacer porquerías porque 'el hombre es un ser vivo'. Dormíamos sobre las tarimas desnudas y se nos permitía solo una almohada. Nos cubríamos con pellizas cortas y los pies siempre estaban al desnudo durante la noche. Temblabas la noche entera. Había pulgas, piojos y cucharachas a montones. (...)"

(Fragmento extraído de la primera carta que Fédor Dostoievski envió a su hermano Mijail tras cumplir la condena a trabajos forzados en Siberia.)





Fédor Mijáilovich Dostoievski (Moscú, 11/11/1821-San Petersburgo 09/02/1881)


viernes, 6 de julio de 2012

Yo, de Jorge Luis Borges



La calavera, el corazón secreto,
los caminos de sangre que no veo,
los túneles del sueño, ese Proteo,
las vísceras, la nuca, el esqueleto.
Soy esas cosas. Increíblemente
soy también la memoria de una espada
y la de un solitario sol poniente
que se dispersa en oro, en sombra, en nada.
Soy el que ve las proas desde el puerto;
soy los contados libros, los contados
grabados por el tiempo fatigados;
soy el que envidia a los que ya se han muerto.
Más raro es ser el hombre que entrelaza
palabras en el cuarto de una casa.


Jorge Luis Borges (Buenos Aires, 1899-Ginebra, 1986)