sábado, 10 de marzo de 2012

El papel lo aguanta todo




En la radio, en el programa "En días como hoy", escuchó E. (hace tiempo) que unos expertos (Ingenieros de Caminos, como E., por cierto), en respuesta a la pregunta de J. R. Lucas sobre si el agua es un derecho o una mercancía, dijeron (ambos dos) que es un derecho y se quedaron tan panchos.

Venga, sí, sigamos creyéndonos las mentiras. A ver, ¿qué pasaría si dejas de pagar por el agua que consumes? Pues que te cierran el grifo, y búscate la vida. ¿Pero no era un derecho? Claro, como la vivienda o el trabajo. El papel (o las ondas en frecuencia modulada) lo aguanta todo. Porque sobre el papel este es un mundo, prácticamente, perfecto, con sus flamantes derechos humanos, con tan pocos deberes.

En nuestro país, por ejemplo, sobre el papel, hablo de la "Constitución Española", todos somos iguales ante al Ley; no hay racismo, ni abusos de poder, y en el hipotético caso de que existiesen, se castigarían con rigor; todos tenemos casa, trabajo, agua y médicos; las mujeres y los hombres no profesamos religiones ni, en consecuencia, nos peleamos con otros hombres y mujeres por defender nuestras creencias; también se respeta a la tercera edad, a los niños, a los demás, en definitiva. Sobre el papel solo hay guerras justas, muertos que se lo merecían bajo cualquier prisma posible, en las cárceles solo hay culpables y tras estar ahí salen reformados y con unas ganas locas de integrarse en una sociedad que demuestra poseer la (extraterrestre) capacidad de perdonar.



2 comentarios:

  1. El primer error es hablar de Derechos Humanos sin más. Hay 10 DDHH básicos y luego muchos más "deseables", como dices en el artículo, entre ellos la vivienda y el trabajo. Lógicamente España no cumple con los DDHH..., pero ¿con cuáles no? ¿Con los básicos o con todos los demás?

    Se supone que elevar el derecho de acceso al agua potable como derecho básico lo protege de intereses políticos, económicos, etcétera; pero al final me temo que tienes razón, mucho nombre y leyes para pasárselo por el forro en cuanto hay dinero de por medio, o intereses políticos.

    Porque, ¿se endurecerían las penas a empresas privadas por contaminar el agua?, ¿o las multas a los ayuntamientos?. ¿Se establecería un número mínimo de fuentes públicas de agua potable en las ciudades? ¿Se penalizaría a los consumidores que hagan un uso indebido del agua? (ah! eso habla de nuestros deberes...).
    Si es un derecho básico estaría mas protegido por las leyes universales. ¿Podría el juez Garzón denunciar a Perú porque una empresa estatal contamina el agua con mercurio?, o viceversa, el juez Ramos denunciar a España?

    Por otro lado y enlazando con lo que decías de no pagar..., se supone que pagamos por la canalización, no por el agua. Lo cierto es que la factura de EMASA es bastante asequible en comparación a otras... (por cierto que nos acaban de meter el concepto de "recargo de impulsión").

    Un saludo

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  2. Gracias por participar, Edu, en este blog.
    Lo de que pagamos la canalización, pues eso es lo que dicen, claro, porque sobre el papel "el agua es un derecho" pero en la realidad a más metros cúbicos de agua consumida, más hay que pagar; por eso van comprobando los contadores, como sabes.
    O sea, que según Emasa, el agua es gratis..., como digo en el artículo: "venga, sí, sigamos creyéndonos las mentiras" o podría haber escrito también: "Miénteme, que me gusta." Y mientras tanto, a pagar, contribuyente.

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