miércoles, 6 de agosto de 2014

Arte de la poesía



Arte de la poesía

Implacable desprecio por el arte
de la poesía como vómito inane
del imberbe del alma
que inflama su pasión desconsolada
de vecinal nodriza con eólicas voces.

Implacable desdén por el que llena
de rotundas palabras, congeladas y grasas,
el embudo vacío.

Por el meditador falaz de la nuez foradada,

por el que escribe ¡ay! y se pone peana,

por el decimonónico, el pajizo, el superfluo, el obvio,

por el que anda aún entre seres y nadas
flatulentos y obscenos,

por el tonto tenaz,

por el enano,

por el viejo poeta que no sabe
suicidarse a tiempo debajo de su mesa,

por el confesional,

por el patético,

por el llamado, en fin, al gran negocio,

y por el arte de la poesía ejercido a deshora
como una compraventa de ruidos usados.




José Ángel Valente,
poema extraído del libro El inocente, 1970;
se puede decir más alto pero no más claro:

"Implacable desprecio por el arte
de la poesía como vómito inane
del imberbe del alma"




De "EL ANTICRISTO"



<Todo lo que es recto, altivo, soberbio, la belleza sobre todo, le hiere los ojos y los oídos. Una vez más,me permitiré recordar la inapreciable frase de San Pablo: "Dios ha elegido lo que es débil ante el mundo, lo que es insensato ante el mundo, lo que es innoble y despreciado." Esa fue la fórmula: in hoc signo venció la decadencia. Dios es la cruz, ¿comprendéis ahora la terrible intención que hay detrás de este símbolo? Todo lo que padece, todo lo que está colgado en la cruz, es divino. Todos nosotros estamos clavados en la cruz: luego somos divinos. Nosotros sólo somos divinos. El cristianismo fue una victoria: la opinión sensata murió. La mayor de las desventuras de la humanidad ha sido el cristianismo.>

(El Anticristo, anaya editores, México)




Friedrich Nietzsche