En Naked lunch, William S. Burroughs (1914—1997) vomita el infierno que fue creando y vislumbrando en su interior durante los quince años en que el escritor estuvo enganchado a la droga. Droga es el término genérico que Burroughs utiliza para referirse al “opio y/o sus derivados, incluyendo los sintéticos, del demerol al palfium”. Es como si el resto de drogas no mereciesen el nombre de droga. Solo el opio, los opiáceos, es droga para Burroughs. De igual manera, denomina también con una palabra específica a su periodo de adicción a la droga: la Enfermedad. El escritor entró en contacto con la Enfermedad con treinta años y logró escapar de ella, tras incontables intentos fallidos, con cuarenta y cinco y en un aceptable estado de salud, considerando las circunstancias. Era 1959. Naked lunch se publicó ese mismo año reuniendo, ordenando y editando las notas que Burroughs fue escribiendo durante tan enorme –y abismal– período de tiempo. Debió de ser una tarea titánica, aglutinar esos quince años y crear algo totalmente nuevo con todo aquel incoherente material.
lunes, 19 de noviembre de 2012
En Revista de Letras, NAKED LUNCH: PALABRAS PARA EL QUE SABE
En Naked lunch, William S. Burroughs (1914—1997) vomita el infierno que fue creando y vislumbrando en su interior durante los quince años en que el escritor estuvo enganchado a la droga. Droga es el término genérico que Burroughs utiliza para referirse al “opio y/o sus derivados, incluyendo los sintéticos, del demerol al palfium”. Es como si el resto de drogas no mereciesen el nombre de droga. Solo el opio, los opiáceos, es droga para Burroughs. De igual manera, denomina también con una palabra específica a su periodo de adicción a la droga: la Enfermedad. El escritor entró en contacto con la Enfermedad con treinta años y logró escapar de ella, tras incontables intentos fallidos, con cuarenta y cinco y en un aceptable estado de salud, considerando las circunstancias. Era 1959. Naked lunch se publicó ese mismo año reuniendo, ordenando y editando las notas que Burroughs fue escribiendo durante tan enorme –y abismal– período de tiempo. Debió de ser una tarea titánica, aglutinar esos quince años y crear algo totalmente nuevo con todo aquel incoherente material.
domingo, 18 de noviembre de 2012
Jorge Luis Borges
A
QUIEN YA NO ES JOVEN
Ya
puedes ver el trágico escenario
y
cada cosa en el lugar debido;
la
espada y la ceniza para Dido
y
la moneda para Belisario.
¿A
qué sigues buscando en el brumoso
bronce
de los hexámetros la guerra
si
están aquí los siete pies de tierra,
la
brusca sangre y el abierto foso?
Aquí
te acecha el insondable espejo
que
soñará y olvidará el reflejo
de
tus postrimerías y agonías.
Ya
te cerca lo último. Es la casa
donde
tu lenta y breve tarde pasa
y
la calle que ves todos los días.
sábado, 17 de noviembre de 2012
Pedro Zarraluki
“Busqué en vano la
curva triste de su nuca por entre las cabezas que se abatían sobre los tomos
abiertos. Finalmente, cogí al azar un libro de consulta y me senté entre los
lectores. Había allí tanto sosiego —tanta actividad subterránea y callada— como
en un fumadero de opio. Quizás me venció aquella atmósfera de ardiente
concentración, y puede ser incluso que la locura que se paseaba por mi interior
hubiera encontrado un buen asidero, pero miré hacia la puerta esperando ver
aparecer a Irene y entonces lo oí. Oí con toda claridad el rumor que hacían los
libros al hablar entre ellos, su oculto trasvase de confidencias, de secretos y
revelaciones en el laberinto de aquellas estanterías cubiertas siempre de
polvo, y supe lo que buscaba Irene cuando se encerraba allí: algo más que
noticias del mundo, algo más que respuestas a preguntas que pudiera formular,
algo que seguramente no podía decirse con palabras ni podía escribirse y que
sin embargo se encontraba entre aquellas paredes, vivo, palpable, confundido
con el aroma de mi amada, tan intenso que se podía alimentar uno de ello sin
preocuparle que fuera una falsedad inocua -otro espejismo de agua clara- o un
veneno que hubiera sido mejor no llegar nunca a probar. Y supe que quería
hundirme con Irene en aquel pozo insondable, en aquel murmullo de voces
enmudecidas para siempre, en aquel silencio que se demoraba inabarcable, tan
intenso que se disolvían en él todas las ausencias, la angustia más poderosa y
hasta la vida misma, tan bello y terrible que en su seno se dejaba de ser
miserable y las traiciones lo eran de verdad, el amor se volvía sublime y la
muerte acababa siendo algo muy grande que apartaba de su lado a las almas
mediocres. Y todo ello gracias al enorme simulacro de la literatura, quizás la
única actividad sincera de una especie acostumbrada a los engaños.”
(La historia del silencio)
martes, 13 de noviembre de 2012
Mi colaboración en el nº17 de Manual de Uso Cultural
MARGUERITE YOURCENAR: CONSTANTE Y AUTÉNTICA
Marguerite Yourcenar
(Bélgica, 1903—EE.UU, 1987) constituye una alta representante de la literatura comprendida
como ejercicio de constante dificultad superada, disciplina, taller y paciente
espera. Porque el objetivo final que la escritora persigue es escribir de forma
clara y original sus propias reflexiones y conclusiones. Un hecho destacable,
sobre todo en estos convulsos tiempos que corren, ya que se supone una verdad inherente
a la condición de persona dedicada a las letras y, sin embargo, no siempre
ocurre así; más bien al contrario. Pero tampoco nos engañemos, la originalidad,
por sí sola, no constituye un bien inmaculado. Hay que saber combinarla con lo
que el lector percibe como real, con lo que le circunda, con el mundo. Es en esta
singular parcela literaria, en la autenticidad, donde Marguerite Yourcenar brilla
de forma sobresaliente.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
William S. Burroughs
“Y ahora unas palabras sobre los
partidos de Interzonas…
Resulta evidente desde
el principio que el partido Licuefaccionista está compuesto enteramente, con
excepción de un hombre, de panolis, aunque no se puede saber quién engaña a
quién hasta la absorción final…Los Licuefaccionistas son muy dados a toda clase
de perversiones, en especial a las prácticas sadomasoquistas.
Por lo general, los
Licuefaccionistas saben de qué va el asunto. Los Emisores, por el contario, son
conocidos por su ignorancia de la naturaleza y el estado terminal de la emisión,
por sus modales bárbaros y petulantes y por su miedo cerval a cualquier hecho. Si no hubiera sido por la
intervención de los Factualistas, los Emisores habrían metido a Einstein en un
manicomio y hubieran destruido su teoría. Puede decirse que solo unos pocos Emisores
saben lo que hacen y esos, los más importantes, son los seres más peligrosos y
malignos que existen…”
(Naked lunch)
jueves, 1 de noviembre de 2012
Podcast de RdL (noviembre)
El
suplemento digital de La Vanguardia, Revista de Letras, en el que colaboro de
cuando en cuando con artículos sobre literatura, ha decidido grabar un podcast en "el prat ràdio" (http://www.elpratradio.com/)
y yo participo al final del programa (empiezo en 92:15 y termino en 98:30), en la sección de recomendaciones. Propongo la lectura
de dos libros: “Una vida absolutamente maravillosa”, de Enrique Vila-Matas y “Sombrero
y Mississippi”, de Ray Loriga.
Para escucharlo, pinchad en la imagen siguiente:
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